Como ahora el omnipresente de Richard Gere está haciendo campaña para su última película, un remake de la que paso a comentar, que no veré, y dirigida por Lasse Hallström, seguro que buscó la lagrima fácil, metiendo el dedo en la llaga. La falta de ideas de Hollywood hace que miren a otros países y el mundo asiático les gusta mucho.
Pero bueno, eso por otro lado no está mál, porque así recordamos estupendas películas, que de otro modo quedarían en el olvido.
Bien, la película japonesa (Seijirô Kôyama la dirigió en 1987) sí está basada en hechos reales, que en otro momento comentaré. El guión fue escrito por el gran Kaneto Shindo, me pregunto ¿cómo sería la película dirigida por él?, nunca lo sabremos, evidentemente, pero estoy segura que sería una joya más de su filmografía.
En la película, al igual que en la vida real, la hija única de la familia se empeña en tener un perrito y que ella va a cuidar, pero al igual que en la vida real, ella se marcha (se casa) y el perro se queda, cómo no con los padres. Esto me lo contaban los padres de una amiga que hizo lo mismo.
Poco a poco, el padre, Tatsuya Nakadai 仲代達矢 ( Los 7 Samurais, The Human Condition, Kagi, Cuando una mujer sube la escalera, Daughters, Wives and a Mother, Seppuku, Kaidan, Samurai Rebellion, Yojimbo, Sanjuro, El infierno del Odio, The Sword of Doom, Kill!, Goyokin, Tenchu. The Wolves, Bandits vs, Samurai Squadron, Hunter in the Dark, The Battle of Okinawa, The Gate of Youth, Fenix, Kagemusha, Ran, Onimasa, Ni-ni-roku, Kagerô, Shokutaku no nai ie, To Dance With The White Dog, Like Asuara, Yamato, The Inugamis...) y el perrito al que llaman Hachi porque por lo visto su patas delanteras recuerdan al kanji del número ocho, 八, son inseparables, salvo el tiempo del trabajo, si bien le acompaña Hachi hasta la estación y a la vuelta lo va buscar.
El perro es de raza Akita Japonés. Este amor entre el hombre (profesor de la Universidad) y el perro, sólo lo entenderá quien haya tenido un perro, porque hay situaciones un poco tontas.
La muerte del amo hace que el mundo que conozca Hachi desaparezca, pero éste sigue yendo a la estación a buscar a su amo. Lo dicho, para llorar. A mi me gusta, cuando el profesor le dice a su mujer, algo así como, "al igual que las personas, también los animales tienen derechos, hay que respetarlos".
Sólo comentaré, que en 1934 le hicieron una estatua por su fidelidad a la familia estando presente el perro, éste murió el 8 de marzo de 1935.
Desde que se supo la historia de Hachi, se creo en Japon una nueva conciencia en la crianza de estos perros.
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