domingo, 12 de junio de 2011

Flores de verano 夏の花 - Tamiki Hara 原 民喜

¡Qué suerte tenemos con las editoriales que pululan estos últimos años por el país!. Siempre he tenido montones de libros en casa, desde niña he tenido a mi alcance libros de todo tipo, de política (autores socialistas, comunistas y de todas las corrientes, un empacho), de derecho, de historia, de geografía con montones de mapas..., pero también, por supuesto, de literatura, los clásicos europeos creo que debo tenerlos todos. En realidad, la biblioteca de mi familia, de mi abuela, la conservo y de vez en cuando le echo un vistazo. Sin embargo, a pesar de tener auténticas joyas, los que más me gustan son los que yo compro, serán por la novedad o porque yo los escojo, no sé. Pero gracias a los medios de comunicación, a la informática, y al buen hacer de editoriales como la que traigo hoy, no hacen campañas publicitarias "bestias", con autores en nómina millonarios, sino que con trabajo, dedicación y amor por la literatura editan libros que nos hacen un poco más felices, por todos esos mundos que descubrimos y si no fuese por esas pequeñas editoriales no conoceríamos.

Flores de verano, publicado por la editorial Impedimenta en el pasado mes de mayo, es el titulo dado a tres relatos escritos por Tamiki Hara, 原 民喜, que se encontraba en la ciudad de Hiroshima cuando los norteamericanos tiran la bomba atómica el 6 de agosto de 1945 a las 8,15 horas. Está traducido por Yoko Ogihara y Fernando Cordobés y con un estupendo prólogo de éste que nos habla del autor (nació el 15-11-1905 y murió el 13-3-1951, se suicida tirándose a las vias del tren). Al final del libro unas fotografías de como quedó la ciudad. La cubierta es preciosa, fotografía de autor desconocido, La geisha que se negaba a mirar.

Los tres relatos no fueron escritos ni publicados como los tenemos en el libro de Impedimenta, pero creo que es un acierto dando más fuerza y mejor comprensión de la historia. El primer relato es Preludio a la aniquilación (Kaimetsu no joukyoku, 1949) nos pone en antecedentes y nos habla de tres hermanos, Jun'inichi, Seiji y Shozo y de sus respectivas familias, nos habla del día a día en la ciudad de un país en guerra y del miedo a que sea bombardeada, de las sirenas que avisaban a la población de posibles bombardeos... En Flores de verano (Natsu no hana, 1946) estalla la bomba atómica, nos habla de la aniquilación de la ciudad, de las miles de personas que han desaparecido, de los primeros momentos, qué ha pasado con su familia, de los muertos, de los desaparecidos, de los que se han salvado y de su sufrimiento. De las ruinas (Haikyou kara, 1947) nos relata los efectos de la radiación, algo que desconocían en un primer momento, creían que era una bomba como las otras, pero mucho más potente. Muchos de los que se habían salvado cuando estalló la bomba, enferman.

Después de la tragedia provocada por la naturaleza el pasado 11 de marzo con el tsunami, la amenaza de la radiactividad ha vuelto con Fukushima. El hombre es el único animal que no aprende, más que nunca deberíamos apostar por las energías renovables. Esto último no tiene nada que ver con Flores de verano, pero bueno, el libro hay que leerlo, sí o sí, y apostar por una forma de vivir diferente. Por cierto, algo que siempre me ha llamado la atención es que los japoneses no odian a los norteamericanos.
原爆ドーム Cúpula Genbaku o Cúpula de la bomba
Una visita virtual al Museo de la Paz de Hiroshima (広島平和記念資料館)

Todos los años recuerdan al autor en el aniversario de su muerte, al que llevan flores y sake.  La fotografía se corresponde al homenaje que le hicieron el año pasado, en una placa que hay en su honor cerca del Genbaku Dom.
La foto la cogí de este bloguero japonés

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