Pues sí, lloré de emoción y muchas otras sensaciones que tuve durante más de tres horas con Kevin Spacey, prácticamente estuvo durante toda la obra encima del escenario. Física y mentalmente tiene que estar hecho un toro, de otra forma no se explica que pueda hacer tamaño esfuerzo, al igual que el resto de colegas que son magníficos.
Los pocos afortunados que hayan estado en el Teatro Palacio Valdés de Avilés (o en Londres, Atenas o Estambúl), supongo que sabrán comprender por qué lloré de emoción. Yo estuve el día 29 de septiembre y coincidí con actores, actrices y demás gentes de la profesión, también ellos aplaudían a rabiar y decían bravo y ojos llorosos no solo eran los míos. Quienes estábamos allí habíamos presenciado la excelencia en el teatro, sí, ésta existe y se llama Kevin Spacey. (Cómo me gustaría decírselo).
La historia de Richard III, al menos la escrita por Shakespeare, creo que más o menos la conocemos todos y su frase Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo, también, pero Spacey dijo, como no podía ser de otra manera, A horse, a horse, my kingdom for a horse, fue muy placentero oírselo decir, a pesar de todo. El final es trágico como corresponde al tirano. De todas formas, este tirano me gustaba y desde el principio me había puesto en su bando.
Richard III fue una coproducción del Centro Niemeyer, el BAM de Nueva York y el Old Vic de Londres. Ha sido dirigida por el también genial Sam Mendes y que no vi por aquellos lares (pero creo que visitó en otra ocasión Avilés).
Reparto:
Richard. Duque de Gloucester, más tarde Rey Richard III: Kevin Spacey
George, Duque de Clarence: Chandler Williams
Brackenbury: Howard W Overshown
Lady Anne: Annabel Scholey
(iré añadiendo poco a poco el resto de actores y actrices, que son muchos).
Con una corona de papel y un mando a distancia comienza una gran aventura |
Todos los actores que fueron a Avilés |
Sam Mendes y Kevin Spacey |
(Estoy a unos mil kilómetros de Asturias, en Sitges, pero aquí me llegan los ecos de una tormenta política en torno al Niemeyer, no quiero poner ahora los nombres de los mediocres políticos que van a propiciar el abandono de una actividad cultural de primer orden. Yo aprendí de niña que a la gallina de los huevos de oro no se le puede matar y eso es lo que están haciendo los mediocres, en otra entrada me extenderé más en este asunto, ahora no puedo que me espera el cine. La democracia es lo que tiene, llegan al poder los más tontos e ineptos, ¡viva la democracia!, que nadie me malinterprete, pero hay que pensar antes de votar a ciertas organizaciones que se crean al amparo de un personaje. En fin, como hay unas elecciones a la vuelta de la esquina, los asturianos sabrán muy bien a quien votar y sobre todo a quien no votar).
Mediocres por una lado y Genios por otro vaya mezcla. Yo sé quién debería "ganar", pero, me temo que no acertaré.
ResponderEliminarEnhorabuena por la experiencia.
Espero que aciertes y la mediocridad se vaya por el desagüe del WC y no vuelvan nunca más, ya, esto es un sueño para un mundo ideal y que no existe.
ResponderEliminarChao José