Pero, como tantos buenos escritores que se quedan sin el premio Nobel, Kobo Abe fue otro eterno candidato. Se lo dieron a Kenzaburo Oe, no elijo, me quedo con los dos. Son diferentes por completo, a Kobo Abe siempre le han puesto la etiqueta del Kafka japonés, aunque creo que es algo simplista para definirlo, sirve para quien no conozca al autor para saber qué tipo de literatura puede encerrar su obra. Matemáticas, mundos fantásticos, sistemas clasificatorios..., además, la identidad del individuo, si bien, esto último era algo común en los escritores de la época. No deja indiferente a nadie, personalmente, todo cuanto he leído de él, me resultó apasionante, en el sentido de esas lecturas que no puedes dejar hasta que las terminas.
Idéntico al ser humano y La mujer de la arena son los otros dos libros traducidos al castellano y traídos al blog. En 2012 ediciones Siruela ha publicado El hombre caja, que aún no leí, a ver si le hago un hueco.
La traducción del japonés de El rostro ajeno es de Fernando Rodríguez-Izquierdo para Ediciones Siruela.
Esta novela me ha impactado, sobrecogido, emocionado y algún que otro calificativo más que en estos momentos no se me ocurren. Es un monólogo que no decae en ningún momento, evidentemente, narrado en primera persona.
El narrador, sufre un accidente en el laboratorio en el que trabaja y le deja la cara desfigurada, con tremendas cicatrices que él llama una y otra vez, un nido de sanguijuelas. La única solución que encuentra para que la sociedad no le excluya totalmente, son vendas, con la cara vendada se atreve a salir a la calle. Pero poco a poco se obsesiona con la idea de una máscara, alejándose cada vez más de la sociedad, a la que culpa de su situación.
El libro se estructura en tres cuadernos de colores distintos, negro, blanco y gris, según el narrador, una elección hecha al azar. Los cuadernos están junto a unas cuartillas dirigidas a una mujer, su esposa.
Mini biografía de Kobo Abe, 安部公房 (su verdadero nombre fue Kimifusa Abe, 安部 公房:) nació en Tokio en 1924, pero su infancia y juventud se desarrolló en Manchuria (era la época del expansionismo japonés). Vuelve a Japón (en 1941) y un par de años después ingresa en la universidad, se licencia en medicina pero nunca ejerció de médico. Él cuenta que hizo la firme promesa a sus profesores de que nunca ejercería la profesión, así que, le ayudaron a aprobar los exámenes. Él lo tuvo claro desde el principio, iba a dedicarse a la literatura. Novelas, teatro, cine, poesía. Tuvo el reconocimiento de sus paisanos muy pronto. El 22 de enero de 1993, fallece en Tokio.
Después de leer la novela, sabiendo que existe una película basada en ella, me preguntaba cómo es posible llevar a la pantalla este monólogo. Pues, con la genialidad del propio autor de la novela, que escribió el guión y Hiroshi Teshigahara, 勅使河原 宏, en la dirección.
Kobo Abe |
Como ya dije, el guión de la película fue escrito por el propio Kobo Abe, dándose él mismo muchas licencias sobre la obra original. Se parte de la misma situación, pero, algunas situaciones son diferentes e incluso aparecen nuevos personajes, como el de la chica con la cara desfigurada.
Para finalizar, sé que el mundo lo sabe, pero hay que destacarlo, el protagonista de la película, es el grandísimo Tatsuya Nakadai, y que no me canso de contemplar.
Reparto:
Tatsuya Nakadai, 仲代达矢
Machiko Kyô, 京 マチ子 , su esposa. (De ella, qué decir, es la actriz de Rashomon, de Akira Kurosawa)
Mikijiro Hira, 平干二朗 , el psiquiatra
Kyôko Kishida, 岸田今日子, la enfermera
Eiji Okada, 岡田英次, el jefe
Miki Irie, la chica de la cara desfigurada (por lo que sé, no ha trabajado más en el cine)
(Kyoko Kishida y Eiji Okada, protagonistas de la película de La mujer de la arena. Él fue muy conocido en occidente, en su momento, por la película Hiroshima mon amour (1959), de Alain Resnais; falleció en 1995. )
Quienes han visto esta película, no olvidan su espectacular banda sonora a cargo de Toru Takemitsu, 武満 徹. Una escena muy comentada es la del siguiente vídeo, en una taberna semiclandestina con aieres alemanes.
Hiroshi Teshigahara |
Empecé "El hombre caja" y no pude pasar de la mitad. Idea interesante, pero... no entendía nada. Lástima. No sé si atreverme con otro suyo.
ResponderEliminarHola Lleonard,
ResponderEliminarTomo nota de lo que dices de El hombre caja, ya no tengo prisa para leerlo.
De todas formas, ya sabes, hay autores que sigues con pasión porque aquel primer libro que leíste de él te enganchó
y después ya accedes a otras libros del mismo autor con una predisposición especial, todo a favor para que te guste.
Esto me pasó con Kobo Abe, lo primero que leí fue La mujer de la arena, y después vi la película.
No sé, fue todo un conjunto y desde entonces estoy enganchada a él.
Estas sensaciones también son a la inversa, si el primer libro no te entra, con todo lo que hay por ahí para leer, pues..., de lo que se trata es de pasarlo bien.
Chao,
Bara
Cierto. El poder de las primeras impresiones.
ResponderEliminarPara escritores japoneses atípicos, te recomiendo Yasutaka Tsutsui. Es un genio.
A Yasutaka Tsutsui lo tengo en un altar. La editorial Atalanta publicó de él tres libros y parece que paró.
ResponderEliminarTengo ganas de que nos den una nueva sorpresa, porque sí, yo también creo que es un genio.