Lo había encargado pero no las tenía todas conmigo, de todas formas el martes cuando estaban abriendo la puerta de la librería, allí estaba yo, sí, se portaron. Lo primero que me llamó la atención del libro fue su tamaño, pequeñito, pero no, fue una ilusión, tiene más de trescientas hojas. La publicación de tapa blanda es como nos tiene acostumbrados Tusquets, muy cuidada. La fotografía de la portada, en fin no se rompieron los cuernos pensando, pero es bonita.
La traducción corre a cargo de Gabriel Álvarez Martínez. En cuanto vi quien lo traducía me puse nerviosa, pero tengo que adelantar que ha sido un gran placer su lectura, pocas veces me volví acordar del traductor, tenía a Haruki Murakami en todas las frases. Así que, perfecto, un gran trabajo.
Bien, os preguntaréis quien es ese chico sin color o descolorido, pues es Tsukuru Tazaki, 多崎つくる. Ahora tiene 36 años, pero nos cuenta el narrador los deseos de morir que tuvo durante unos meses cuando estaba en la universidad de Tokio
Tazaki es ingeniero y construye estaciones de tren. Él había nacido en Nagoya y fue un chico sin problemas y con cuatro grandes amigos hasta que un buen día le dijeron, que no querían volver a verlo, él no se atrevió a preguntar y ellos no le explicaron nada.
Sus amigos eran dos chicos y dos chicas, Kei Akamatsu (Aka, rojo), (赤松慶), Yoshio Oumi, (Ao, azul) (青海悦夫), Yuzuki Shirane (Shiro, blanco), (白根柚木) y Eri Kurono Haatainen (Kuro, negro), (黒埜恵里)(エリ・クロノ・ハアタイネン).
Sara Kimoto (木元沙羅) es una chica de la que se enamora nuestro protagonista y quien le anima a buscar a sus amigos de juventud para que les pregunte por qué le apartaron de aquella forma tan cruel. Así comienza la peregrinación del chico sin color, su apellido no tiene significado de color alguno, al igual que sus amigos.
Otro personaje que pulula en la novela es Haida (灰田), un amigo de la época de la universidad.
Esta novela me sentó de maravilla. Según la leía me acordaba de Tooru, el protagonista de la novela Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, no porque se parezcan los protagonistas o las historias, sino por lo bien que me sentía con la lectura del chico sin color, mi Haruki ha vuelto.
La peregrinación que lleva a cabo Tazaki no tiene la fantasía de El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, por ejemplo, es más realista, no sé si es un término muy adecuado, pero se aparta de las narraciones fantásticas que nos tenía acostumbrados. De todas formas, la obra respira Japón por los cuatro costados. Así que para los fan de Murakami, solo deciros que disfrutaréis y mucho con este libro y quien no conozca al autor, no es mala idea que comience su aventura japonesa con este chico sin color.
Haruki Murakami |
Cuando hice estas tres fotografías, no soñé que fuese a ponerlas en una entrada de un libro de Haruki Murakami cuyo protagonista fuese un enamorado de las estaciones de tren. Lo cierto es que son lugares para pasarse allí horas como hacía el chico sin color.
En sentido estricto, "shikisai wo motanai" significa "que no tiene color".
ResponderEliminarLa definición de "descolorido" según la RAE es "1. adj. De color pálido o bajo en su línea."
Felicidades por el blog!
Hey!! Cuanto tiempo!
ResponderEliminarVoy a esperar a acabar el libro para leer la entrada, por si los spoilers
Es el segunda libro que leo de este autor en tres días. Primero fue Baila, baila, baila. Me fascinó.
ResponderEliminarEste segundo libro es...sencillamente magnífico y el final, que decir. Leer y soñar.
Gracias Anónimo, entonces, el título perfecto. Saludos
ResponderEliminarSuntoryman,
ResponderEliminarSí, mucho tiempo, casi un año, te has pillado unas buenas vacaciones de los blogs,
Pero has vuelto y las cosas siguen igual, pero qué frikis somos
No he puesto ningún spoiler, bueno, más o menos, me he contenido, espero tu propia entrada del libro
Bienvenido (te echaba de menos).
Mata ne,
Hola Juanmaria,
ResponderEliminarSí, son estupendos estos dos libros. Sobre el final del “sin color”, sí, creo que es muy adecuado, pues lo que sigue es ya otra historia, ¿no te parece?
Chao
Estoy tardandooooo!
ResponderEliminarExactamente hace 8 días que está en la librería, ¡¡¡¡que lo disfrutes!!!!
ResponderEliminarChao José
Hola Bara, tal como dices, es efectivamente otra historia. La mía es que ya he comprado Kafka en la orilla. Creo que me voy a leer todos.
ResponderEliminarCiao.
Juanmaria, qué envidia, leer por primera vez a Murakami
ResponderEliminarEn Kafka en la orilla, creo que están presentes todas las constantes del autor, las que le han hecho famoso, ya las irás descubriendo.
Es un libro que parece que no, pero se te va metiendo en las entrañas y tienes que seguir leyendo. Bien, eso me pasó a mi.
Como hace poco que leíste Baila, Baila, lee “La caza del carnero salvaje”, en cuanto puedas (éste lo publicó Anagrama), que es la primera parte de la historia Baila, es apasionante,
Bueno, supongo que ya sabrás que ahora no puedes salir de las redes del japonés, somos muchos los abducidos, así que no te sentirás solo.
Un abrazo
Pero Bara, si con los libros de Haruki ya estás como toda una nipona en la madrugada previa esperando que abran alguna tienda en Akihabara para hacerte del último artículo electrónico anunciado con meses de anticipación.
ResponderEliminarAl igual que Juanmaria también leí hace poco Baila Baila Baila y vaya que fue todo un placer, placer que no había encontrado en Mi querida Sputnik.
Me encanta la foto de la portada; como diría un amigo: sencillamente complicado, o visceversa; creo que a Haruki también le gustaría. No sé si consultan al autor antes de decidir cuál portada será con la que saldrá.
Abrazo!
Hola Manolo (soy Bara, que estoy lejos de casa, con el ordenador del hotel),
ResponderEliminarComo me conoces, una otaku total. Bueno, cuando se publicó 1Q84 me pillé el día libre, así que muy tempranito me fui a la librería y después para casa, a leer. ¡Qué tonterías hago!. Después de la decepción que me supuso el libro, no volví hacer lo mismo, pero casi, cuando están levantando la persiana de la librería allí estoy yo para recibir a este descolorido.
Un abrazo, (muchos besos para Sofía)
Hola, Bara. Comenté tu crítica al segundo tomo de 1q84, a la que respondiste retractándote de lo dicho en ella y enalteciendo a Murakami. Eso me decepcionó, pues me gustó tu mirada crítica y la metáfora de lanzar el libro contra la tapia de un cementerio. Debió ocurrírsete en un momento de lucidez, ya que no es la norma. Ahora te comportas como una enamoradiza de los libros de ese autor. He leído su último libro por no sé qué predilección de la infancia hacia lo japonés, el anime, el manga etc... Pero en Murakami no hay Japón. Las atractivas tapas de tusquets me han vuelto a seducir como a un idiota, he vuelto a entrar a Mcdonalds para comerme un BigMac sabiendo que no contiene nada alimenticio, que es pura mierda: he vuelto a comprarme un libro de Murakami, y lo peor de todo en edición Andanzas: 20 e. Me he vuelto a enfrentar a las mismas cosas que la primera vez que lo leí: personajes planos, de espiritualidad bobalicona, machistas, repetitivos y sosos hasta el hartazgo; situaciones increíbles y desatinadas que no despiertan el mínimo interés por su total estupidez (he tenido que forzarme a terminarlo por el dinero pagado); ausencia casi total de descripciones (que es uno de los puntos menos flojos del autor: por lo menos como promesas que se quedan finalmente en nada en el inicio de El pájaro que da cuerda, o La caza del ternero salvaje); un estilo bastante sobrio esta vez; anuncios de marcas cada veinte páginas (¿Le pasará un cheque bajomano Toyota Lexus en este caso por publicitar con una extensión insultante su marca?); desconexión con la realidad histórica de su país (¿Puede este idiota seguir escribiendo estas trivialidades con tres núcleos fundidos en la central nuclear de Fukushima y el desastre sin precedentes que supone, desde Chernóbil?). He de reconocer en todo caso que esta vez se ha superado en algo, y es en esa faceta pervertida que tienen los japoneses por encima de lo normal y artísticamente se manifiesta en el género ecchi o hentai: es habitual en sus libros que a sus protagonistas les hagan felaciones o masturben personajes que van a morir, pero esta vez el principal llega al extremo de ayacular en la boca de su mejor amigo (esto es descrito con meticulosidad y reiteración), mientras piensa en su mejor amiga muerta. Todo tiene la semi-excusa de que se trata de un semi-sueño, cómo no. Me he cansado de escribir. Espero que otra vez muestres tu lado crítico, Bara. Aquel en el que me reconocí una vez. No es nada solemne: es la honestidad de llamar mierda a la mierda. Estas líneas son propiedad de tu blog. Un saludo.
ResponderEliminarHola anónimo,
ResponderEliminarLeo tu entrada y casi me empotro contra la pared, qué susto.
Me pasé toda la tarde con el portátil, lo desmonté y volví a montarlo, la clavija donde se enchufa el cable estaba suelta, en fin, después de pasarme toda la tarde con la incertidumbre de si iba a funcionar otra vez el Toshiba, coloco el último tornillo, son un montón, y voilà, funciona. Abro el correo, te leo, y me empecé a sentir culpable porque me haya gustado el librito del descolorido. Obra menor de Murakami, pero es de Murakami y eso supone un plus, le perdono algunas tonterías que dice porque el conjunto no está nada mal. En fin, aparte de ese sueño que comentas (es un poco asqueroso, te doy la razón), pero el libro es entretenido y está bien escrito, creo que ha sido un pequeño descanso para otro libro más en su línea.
Si te apetece, pásate por este blog de un amigo, http://toomuchsm.wordpress.com/2013/10/23/sobre-los-anos-de-peregrinacion-del-chico-sin-color/, está más en la línea de lo que comentas.
Por cierto, no me acuerdo de haberme retractado de la crítica que hice al 1Q84, la novela es mala a conciencia, es más, mis amigos siempre se acuerdan de ello y algunos me lo reprochan.
Bien, ha sido un placer leerte, te agradezco mucho el comentario, vuelve cuando quieras, matta ne!!!