Cerdos y acorazados 豚と軍艦, Buta to gunkan; Pigs And Battleships, título internacional, estrenada en 1961. Fue una de las dos películas seleccionadas de Shohei Imamura 今村 昌平 en el Festival de cine de San Sebastián de 2008, para la retrospectiva de Japón en negro.
Y como en algún lugar de este blog prometí que hablaría de ellas, lo retomo. Pensando en ello, a este ritmo, son 43 películas y sólo hablé, con ésta, de cuatro..., si el día tuviese más horas, si las vacaciones fuesen continuas... Que me disperso.
En Cerdos y acorazados, nos muestra Imamura a una sociedad que quiere salir de la pobreza y que se las ingenia para sobrevivir cerca de una base militar norteamericana. Además del negocio de la prostitución, el negocio de los cerdos también quiere ser controlado por la mafia.
Uno de los personajes es una joven, Haruko (Jitsuko Yoshimura), que sueña con irse a América y hace todo lo posible para que su novio, Kinta (Hiroyuki Nagato), se vaya con ella. Sin embargo, él tiene otros planes, quedarse en el mismo sitio donde nació, además, ahora consiguió un trabajo cuidando una piara de cerdos. Pero, las cosas no son tan fáciles, los cerdos son propiedad de la mafia, no les cuesta mucho a los mafiosos para convencer a Kinta y ser uno de ellos, hay mucho dinero para todos.
Como siempre, Imamura nos retrata y nos critica la sociedad japonesa de entonces. Muchos de sus personajes son unos pobres diablos, otros, asesinos, pero también gente que no tiene nada que ver con todos ellos. Como el padre de Kinta, un anciano trabajador que termina el día agotado y que no sale de la miseria. Con este retrato, no es extraño que su hijo acabe con los mafiosos, "podemos hacer cualquier cosa por el dinero, incluso matar".
¡Qué grande Shohei Imamura!.
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