lunes, 28 de diciembre de 2009

La condición humana I 人間の條件 - Masaki Kobayashi 小林 正樹

  Como opino que el ser humano ha avanzado poco o nada en "humanidad", somos egoístas, ayudamos a nuestros iguales, no nos interesan las personas ni los pueblos que nos den qué pensar, bien, podría seguir así mucho tiempo.

Por ello traigo una obra maestra de la cinematografía de todos los tiempos, así disfrutamos de una obra de arte y al mismo tiempo pensamos en los más necesitados y en los oprimidos por otros pueblos.

El por qué no está entre las cien (por ejemplo) mejores películas de todos los tiempos, pocos son los que la conocen, tal vez su duración y la temática influyen en su olvido.

Es una película antibelicista, su duración es de nueve horas y media, más o menos, su director la dividió en tres películas a efectos comerciales. Está basada en la novela del mismo título de Gomikawa Jumpei.
Aconsejo verla del tirón (bueno, se puede hacer alguna breve pausa).

Masaki Kobayashi (小林 正樹 Kobayashi Masaki), nació en Hokkaido, Japón, el 14-2-1916, falleció en Tokio el 4-10-1996, fue reclutado por el ejército imperial japonés, negándose a combatir y a cualquier tipo de ascenso que lo alejase de su condición de soldado raso. Siempre se distinguió por su ideología de izquierdas. Además de la película que os hablo hoy, también dirigió Seppuku (Harakiri), Kwaidan (El más allá), Samurai Rebelion, etc.

Dirige La condición Humana, 人間の條件, ningen no joken, ambientada en la 2ª Guerra Mundial y la estrena entre los años 1959 y 1961. A diferencia de otras películas antimilitaristas como la La lista de Schindler, por ejemplo, no busca la lágrima fácil, Kobayashi busca concienciar.

La condición humana I: no hay amor más grande, trata de un joven, Kaji, Tatsuya Nakadai, antimilitarista, comunista y japonés que no quiere ser reclutado para la guerra. Lo consigue trabajando en una empresa al servicio de la guerra que saca carbón en las minas de Manchuria, territorio conquistado por Japón a China desde 1931 a 1945. Es destinado allí, va con su esposa Michiko, Michiyo Aratama, con el encargo de aumentar la producción de carbón un 20%.

Sus métodos chocan desde el principio con los de sus colegas. Ve a los chinos como iguales, no como animales que es la visión que tienen sus compatriotas de ellos. Además de los problemas con los propios trabajadores chinos, las cosas se complican cuando llevan a 600 presos para trabajar en la mina. Es Kaji su responsable, además, de obligarles a trabajar tiene que garantizar su seguridad, él responderá personalmente si alguno se fuga. Después de una serie de vicisitudes, donde su única preocupación era ayudar a la población china, entre ellos a los prisioneros, tiene la hostilidad de sus compatriotas.

Por oponerse a unas ejecuciones y tener un enfrentamiento directo con un militar, nuestro protagonista es hecho prisionero y torturado. Tiene la incomprensión de los japoneses y el abucheo por parte de algunos chinos que no supieron comprender su esfuerzo. Al final, lo que más temía, es reclutado como soldado.




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