Si caes en las redes de Edward Bunker te será imposible salir. Te atrapará de tal forma que nunca serás el mismo lector, siempre querrás más y más. Lo peor de esto es que ha fallecido en 2005 y su obra literaria no es muy extensa. Había nacido en Hollywood en 1933, creció en hogares de acogida, reformatorios y en la prisión. Atracó bancos, extorsionó, traficó con drogas, robo a mano armada.... Estuvo entrando y saliendo de prisión (entre ellas, de la famosa San Quintín) buena parte de su vida. Llegó a figurar entre los diez fugitivos más buscados del F.B.I. En 1975 sale de prisión y ya no volverá a entrar. Decide cambiar de vida y se dedicó plenamente a escribir. Más tarde vendría el cine, Mr. Blue, de Reservoir Dogs (1992) de Quentin Tarantino, por ejemplo. Todo esto lo cuento siempre, pero es que la vida de Bunker es como sus novelas, apasionante.
La primera novela que leí de él fue Perro come a perro, la cual me hipnotizó, así que tuve que seguir con Bunker con No hay bestia tan feroz, que se ha convertido para mi en la mejor, y ahora sigo con Little boy blue, sin embargo, su autor dijo de ella que era su mejor novela.
Alex, el pequeño niño triste, es muy inteligente, le gusta aprender pero no soporta la autoridad que le quieren imponer. Su vida no es fácil, siempre demostrando que es fuerte, que no es marica y, sobre todo, que es amigo de sus amigos a los que nunca delatará.
Bunker nos hablará de Alex desde los once hasta los diecisiete años, sin embargo, parece que en lo único que se ha graduado es en la preparación de los atracos que le llevarán de nuevo a prisión. En esta novela, al igual que en el resto de trabajos del autor, no habrá moralina, no querrá convencernos de las buenas intenciones de su protagonista, simplemente nos narrará con una gran maestría la dura vida de un niño en las instituciones en que le encierran y, aunque alguna oportunidad tuvo para cambiar de vida, no quiso aprovechar, a pesar de todo ello, siempre estaremos de parte de estos protagonistas que están al margen de la ley y ello es por la forma en que Edward Bunker nos narra su vida.
La novela la publica el autor en 1981. La traduce al castellano Zulema Couso y en noviembre de 2012 la publicó Sajalín editores.