El Ángel Dadá
Venturas y desventuras de Emmy Ball-Hennings, creadora del Cabaret Voltaire
Fernando González Viñas & José Lázaro (dibujante)
Salvo la primera parte de mi viaje de verano en invierno, que estuve haciendo un poco de turismo por aquí y por allí, cuando llego al caribe fue ya con la clara intención de holgazanear. Dos semanas tirada en una hamaca (bueno, ya me entendéis, durante el día) de hotel con una playa maravillosa, palmeras, arena fina, agua calentita y una temperatura maravillosa, no me acordé del frío de Madrid para nada, alternando mis baños de sol en la hamaca con baños en el mar, me ponía las gafas y el tubo y a disfrutar del fondo marino, conozco el paraíso.
Y qué se puede hacer en una hamaca de playa después de tener la panza llena, pues, además de beber agua y de dormir un poco, leer. Tres libros, todos relacionados con Japón, de alguna manera, pero completamente diferentes.
Me llevé como único libro de papel, El Ángel Dadá, de mi amigo virtual Fernando González Viñas. el cordobés más famoso de este blog. Qué tiene que ver con Japón la historia, nada, pero su autor es un cordobés-samurái, sin katana, eso creo, que conoce Japón como nadie, es como un Lafcadio Hearn, pero del siglo XXI. Los otros dos libros que leí los llevaba en el kindle, que para viajar no hay nada igual.
El Ángel Dadá es una novela gráfica centrada en las Venturas y desventuras de Emmy Ball-Hennings, creadora del Cabaret Voltaire. ¡Cuánto mundo desconozco!, no conocía a Emmy, ni sabía de su existencia.
Uno de los libros que tengo en casa titulado (a saber quién lo compró), Dadaísmo, de Dietmar Elger (Taschen Benedikt - 2004), parece muy sesudo y da un repaso, como su título indica, al movimiento Dadá, pero una lectura rápida, bueno, más bien pasar hojas, para que engañar, apenas veo alguna referencia y alguna fotografía de nuestro Ángel Dadá, Emmy.
Y como el asunto es entre Doctores de Historia, yo me quedo con Fernando González Viñas, faltaría más, que visibiliza a una mujer artista de una forma entretenida y muy bella (la novela es una pasada), que falta nos hace conocerla, con sus virtudes y sus miserias, que alguna había. Dentro de poco publicará la traducción de la que fuera su primera novela, Cárcel, seguido del poemario Estrofas del éter, le gustaba ponerse hasta las cejas con éter (y con cocaína, cognac..., y cualquier cosa que pillara)
Conociendo las anteriores publicaciones de Fernando González Viñas, El último yeyé; Esperando a Gagarin; Japón, un viaje entre la sonrisa y el vacío; y Manolete, biografía de un sinvivir, tiene mucho mérito escribir una novela de esta calidad y donde la protagonista es una mujer, por momentos creía que era la propia Emmy Hennings quien contaba su propia historia, sin embargo, el humor inconfundible del cordobés, como no podía ser de otra forma, está presente.
En la novela se menciona a muchos artistas coetáneos de Emmy, tanto del movimiento Dadá como de otras expresiones artísticas, uno de los que me llamó más la atención, fue Herman Hess, uno de mis autores favoritos de mi juventud (fundamentalmente por Siddharta y El lobo estepario). Y ¿sabías que el movimiento Dadá también estuvo en tierras niponas?, uno de sus representantes fue Shinkichi Takahashi, un matrimonio de Dadá con Buda,
Dadá afirma todo y niega todo
Dadá encuentra el yo en todo
Todo es único; la resignación búdica
encuentra todo en todo...
Las ilustraciones son de José Lázaro, por momentos crees que estás en el nacimiento del cine, cine mudo expresionista alemán, al que tan agradecidos estamos los amantes del cine, para que tengáis una idea cómo son esas ilustraciones, recordad, por ejemplo, El gabinete del doctor Caligari, 1920, de Robert Wiene, o como no mencionar la conocida como Nosferatu, 1922, dirigida por Friedrich Wilhelm Murnautienen.
Así que, te animo a que disfrutes de esta magnífica novela, no solo servirá para entretenerte, además, para consulta de una época y de unos personajes que quisieron romper con las convenciones sociales y que tocaron todas las artes. Yo volveré a su lectura y a disfrutar nuevamente de sus viñetas (en mi libro conservaré la arena caribeña que se quedó entre sus hojas, la dejaré de recuerdo de un guapo italiano que conocí allí, en fin)
Fernando González Viñas |
José Lázaro (no tengo nada contra él, pero es que no encontré otra foto un poco más actual) |
Ella en la otra orilla
Mitsuyo Kakuta
Mitsuyo Kakuta (角田 光代, Kakuta Mitsuyo) es una mujer japonesa nacida en 1967 en Yokohama. Novela que publica, le llueven los premios, como ha sido con otro de los títulos publicados en España, La cigarra del octavo día, (Rebirth, 八日目の蝉, Yokame no semi) de la que se ha hecho una película y una serie de televisión, ésta no la vi, pero sí la película, premiada en la Academia de cine japonés en 2012, dirigida por Izuru Narushima, 成島出, (mejor película, mejor director, mejor actriz, mejor guión...).
Cuenta la historia de una mujer que queda embarazada de su jefe y éste le obliga a abortar, quedará estéril por la intervención quirúrgica, pero él, se casa con otra mujer y tiene con ésta una hija. A ésta niña la rapta aquélla mujer y viven juntas durante cuatro años, al cabo de este tiempo, la niña es devuelta a sus padres. Después de todo esto, mucho cine y un dramón en toda regla, pero no se hace en ningún momento pesado, a pesar de las dos horas largas de duración, todo lo contrario,
Ella en la otra orilla, el libro que leí en la hamaca del caribe, fue publicado en España en 2016, y también los personajes principales son las mujeres. De nuevo, Kakuta, hace hincapié en el machismo de la sociedad japonesa y la presión que se ejerce sobre las mujeres para un determinado comportamiento familiar, casada con hijos y ocupándose de la casa, nada de ir a trabajar fuera. También, en esta novela la autora juega con dos líneas temporales. Sayoko es una mujer casada con una hija (a la que me daban ganas de estrangular porque no paraba de llorar y de estar colgada de su madre), ella tiene problemas para relacionarse con otras personas, y ese mismo comportamiento lo está viendo en su hija, y no quiere que se convierta en una réplica suya, por ello, decide comenzar a trabajar.
Conoce a Aoi, una mujer totalmente diferente a ella, siendo la otra línea temporal la niñez de Aoi, que había sufrido bullying en el colegio, pero ha evolucionado completamente diferente a Sayoko. Temas importantes en la novela, además del bullying, son la conciliación familiar, por una parte, los esfuerzos de esta madre para cumplir con su trabajo y con sus obligaciones en la casa familiar, porque, por supuesto, a su marido no le importa que trabaje, pero que no le endilgue (endilgar, es la palabra que utiliza) la niña o cualquier otra responsabilidad de la casa, que eso no es asunto suyo, y por otra, como vemos, el machismo tan marcado de esta sociedad, todo son problemas para la mujer que decide hacer algo diferente a lo establecido.
Novela muy recomendable para quienes quieran saber sobre la literatura actual japonesa, además, de ser una historia que en ningún momento decae, haciéndote continuar hasta el final.
Mitsuyo Kakuta |
Aki y el misterio de los cerezos
Carlos Bassas del Rey
Hacía tiempo que tenía este libro en el kindle, pero no me decidía a leerlo, yo que sé, compro libros y después tardo mucho en leerlos y algunos llevan esperando mucho en la estantería, o en el kindle, a que me digne a comenzar su lectura. Sobre el autor de esta novela no puedo hablar, nunca antes había leído nada suyo, hasta ahora.
Es una lectura juvenil que se desarrolla a comienzos del siglo XVII, con Tokugawa dirigiendo los designios del país, en paz después de muchas guerras.
Aunque utiliza algunos clichés literarios, como el joven inexperto y el maestro casi superdotado, con un amigo de aquél, gordo y bonachón, sin embargo, la novela funciona bastante bien y hasta que no llegas al final no paras.
Aki es el joven protagonista y el que nos cuenta en primera persona, los hechos acaecidos hablándonos de él mismo, del maestro, y qué ocurre con los cerezos. Tendrá una batalla con unos yokais (demonios), que por supuesto, saldrá victorioso, y gracias a él, su maestro no muere.
Bueno, después del dramón anterior, me vino de perlas esta historia de Aki. Por cierto, los personajes femeninos no existen, tiene alguna frase al final del libro la madre de Aki, ¡la mitad de la humanidad ha desaparecido!, esto es, un entretenimiento juvenil de "chicos", pero ya ve el señor Bassas, las chicas también leemos historias de samuráis.
Carlos Bassas del Rey |