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domingo, 13 de febrero de 2011

1Q84 - Haruki Murakami 村上春樹


Desde que a principios de 2009 Haruki Murakami vino a España a ver al alumnado del instituto Rosalía de Castro y habló de su nuevo libro, estuve en un sin vivir esperando su publicación.
Como lectora no soy feliz sin, al menos, un Haruki Murakami nuevo al año. Tusquets y su Q (creo que es una editorial muy feliz, hasta el título de su escritor favorito le sale bien) nos había adelantado la lectura de los tres primeros capítulos y que yo no leí porque quería tener el libro entre las manos, pasar las hojas, cerrarlo, abrirlo...

(Aviso a navegantes: hablo de la trama del libro).

Antes de nada, el invento de la historia de la Little People, que si estamos o no en 1984 y la paranoia que se monta alrededor, me gustó, pero al grano, qué sensación tuve al finalizar el libro, qué se me pasó por la cabeza al terminar la lectura y cerrarlo, pues, en pocas palabras, que le sobra la mitad de las 737 hojas de las que consta.

Porque vamos a ver. Esa mitad que quiero hacer desaparecer está compuesta por: las marcas de la ropa, lana fina de Junko Shimada, bolso bandolera negro de piel, zapatos de tacón castaño de Charles Jourdan, gafas Ray-Ban..., sus personajes llevan encima un pastón que da dolor, pero bueno, como son japoneses tienen posibles, que se note; las marcas de los coches, el taxista tiene un Toyota Crown Royal Saloon, por allí va una señora con su hija en un Suzuki Alto rojo. Esto es una pincelada, en el libro es mucho peor. A mi esta abundancia me marea. Esto en el primer capítulo, más adelante, también comen, en realidad se pasan bastante tiempo comiendo o cocinando (léase rellenando), fideos, tofu, sopa de lentejas (en la vida pediría yo esto), ensalada templada de primavera y rape a la papillote, acompañado de polenta... vino tinto, no pega demasiado, pero como invita la casa... Otras veces nos dice qué hacen en el retrete, orinó... cerró los ojos y escuchó el ruido de su propia orina. Todo esto y muchas cosas más, no tienen nada que ver con la trama, no ayudan a descubrir nada, son cosas superfluas. Definitivamente sobran. Aún falta un tercio de libro y hasta septiembre que se publicará no sabremos qué va a pasar, qué mareo, no sé si me acordaré de todo.

Cosas positivas: contención con la dichosa música, no ha sido muy pesado, a estas alturas todo el mundo conoce que él sabe mucho de música y la historia sobre su club de jazz... No es necesario seguir con la misma historia, que aburre. Esta vez comienza con la Sinfonietta de Leos Janacek, bien, me gusta, aunque más adelante se despista un poco y empieza hablar de jazz, si bien no muy grave, ya que menciona a Louis Armstrong (algún otro, pero ya, un par de veces, se aguanta). Aunque también aparece Michael Jackson en el primer capítulo y me dije, ya empezamos, pero bueno, fue una falsa alarma. Más adelante aparece por fin Bach,  Johann Sebastian Bach, y su El clave bien temperado.

Los personajes principales:

Aomame, 青豆. Me gusta, una mujer protagonista y llevando la batuta (¿o el picahielo?). Asesina, treinta años de edad, deportista, si bien, se pasa un poco con los estiramientos y un día se va a descoyuntar. Por supuesto, no iba a ser menos, sexualmente es una fiera, le gustaría tener un poco más de pecho... Cuando no está matando a algún señor, está en el gimnasio o buscando un calvo para acostarse con él o acordándose de su amiga muerta y de aquella vez que se tocaron. Este Murakami, qué fijación con el sexo.

Tengo, 天吾. Me gusta. Algo diferente a lo que nos tiene acostumbrados el autor. No está mal. Es grande, matemático, se relaciona bien con el resto de mortales, cocina muy bien, no tiene una súper colección de discos de jazz, los que hay en casa los trajo una novia, mayor y compañera sexual magnífica (cómo no). Él se deja llevar, además, tiene fijación, un recuerdo de niño, con los pechos de mamá y que un tipo que no era su padre le chupaba los pezones, se marea con este recuerdo, no me extraña, con estos pensamientos. Es lector en una editorial y también tiene aspiraciones literarias. Aún no ha cumplido los treinta.

Komatsu, 小松. Este parece el más normal, dentro de la normalidad de la historia, entendámonos. Es editor y el que embarca a Tengo en la aventura que nos cuenta el libro.

Fukaeri, ふかえり. Es una especie de autista, 17 años, a lo Rain Man, pero con unos hermosos pechos, con un jersey que le resalta el pecho... Cómo no, como soy muy fina no digo que echa a Tengo un pedazo de polvo impresionante, él va a estar unos cuantos capítulos, qué pasó, no se lo pregunto, no me iba a contestar, un poco cortito sí que es. Es la autora de La crisálida de aire, 空気さなぎ (Kuki Sanagi) donde cuenta parte importante de su vida.

Little People (リトル・ピープル). Esto es el misterio, sabremos más en septiembre. Pero, en principio son unos seres que parecen que son algo malignos y no paran de coser en el aire.

1Q84 está dividido en dos libros, el primero se corresponde con los meses de abril-junio y el segundo con los de julio-septiembre y se supone que es el año 1984. El libro tercero, ¿serán los meses octubre-diciembre?.
Cada uno de los libros se subdivide en veinticuatro partes (capítulos). Cada una de éstas se alterna con lo que le está pasando a sus protagonistas, Aomame y Tengo, y subtitula cada uno de los capítulos. La traducción corre a cargo de Gabriel Álvarez Martínez. No tengo ni idea si es buena o mala traducción, aquí hablarán los que hayan leído la obra en japonés, su fuente, pero esta edición contiene algunos localismos españoles, por ejemplo, recuerdo uno que decía, más o menos, no tenía un duro, en fin, se refería a que no tenía dinero (yenes), en España lo entendemos, pero esta edición (desconozco si es así) si se va a otros países para público no español, creo que no le va a gustar, salvo que hayan hecho una traducción diferente. Además, Haruki Murakami es el autor menos japonés (de entre los autores nipones) que nos podamos echar a la cara, si encima lo españolizamos que no traducimos, pues, personalmente no me gusta, salvo que sea eso lo que quiera el autor, cosa que dudo.

La obra se sitúa en 1984, pero no en este año, sino en otro alternativo, por decirlo de algún modo. En japonés el 9 se pronuncia kyu como la Q pero en inglés, 1Q84, ichi, kyu, hachi, yon

Comienza con Aomame, No se deje engañar por las apariencias, metida en un taxi, en el Toyota del que hablo arriba, y el autor comienza a hacer historia sobre los tiempos en los que vivió Janacek (en realidad lo escribe con acentos, Janáček, al igual que muchas palabras japonesas en el libro al romanizarlas están acentuadas) autor de la música que se oye por la radio. El atasco es monumental y el taxista le aconseja que baje del coche, descienda por unas escaleras, se acerque a la próxima estación y coja el tren hacia Shinjuku, si es que tiene tanta prisa en llegar.
Ni corta ni perezosa así lo hizo, caminó hasta un semáforo, cruzó la Ruta 246
Aquí le cambió la vida a Aomame
y llegó a su cita. La cita era en un hotel, pero el hombre al que iba a ver no la esperaba, era un maltratador, había dado una paliza a su mujer con un palo de golf y le rompió varias costillas, así que, un picahielo que ella había fabricado y ya no tuvo más oportunidades de jugar al golf. El próximo al que debe matar, es decisivo en la historia.

Aomame es una mujer solitaria, no me extraña con su afición, sus padres eran devotos de una secta religiosa, Asociación de los Testigos (por la descripción que el autor hace parece que habla de los Testigos de Jehová) y con los que rompió lazos muy pronto por no creer ella en lo que predicaban. Echa de menos a un niño, Tengo, al que no ha vuelto a ver desde su infancia. Pobrecita, me daba pena.

Tengo no tiene una vida tan complicada como Aomame, aunque también se acuerda de ella. En la editorial lee La crisálida de aire y dice a su editor que tiene algo especial. Deciden reescribirla con el visto bueno de la autora. Se convertirá en un best seller. Lo siguiente será una historia detectivesca, qué hay de cierto en lo que cuenta.

En la novela, Murakami habla de muchos hechos históricos, sobre todo, centrados en Japón que poco a poco intentaré averiguar qué hay de cierto en ellos. A pesar de lo que decía arriba sobre su extensión, también tengo que decir que disfruté mucho con el libro, es una lástima que lo tengamos cojo, pues, sea por el motivo que sea, no es sencillo hablar de un libro al que le falta una parte.
No llegó a emocionarme como Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, que sigue siendo para mi el mejor de los escritos por Murakami, pero reconozco que disfruté con su lectura y sus protagonistas.
 
Os dejo con un poco de música, con la Sinfonietta de Janacek con la que arranca la historia, así un poco de cultura, no creo que haya mucha gente que conociera a este hombre antes de leer 1Q84.
 

Ahora a Bach, El clave bien temperado interpretado por Glenn GouldFukaeri tiene algo de ese canadiense.

10 comentarios:

suntoryman dijo...

Hola Bara,
Tengo que reconocer que me resultan curiosas algunas de las cosas que comentas del libro, sobretodo aquello de que consideras que le sobra la mitad. En mi opinión el tempo de la narración es uno de los grandes logros del amigo Murakami en esta obra. Es decir, ha dado su sello personal a una historia que básicamente es un thriller, pero que a su vez es mucho más que eso. En fin para mi gusto esos espacios colmas e introspectivos son básicos para que se cree esa complicidad y empatía con la historia tan características en su literatura y sirven para diferencian este thriller de, por ejemplo, uno de Dan Brown (todos mis respetos). Que el tipo pretenda transmitir emociones a través de la música ( o la comida ), es algo más que lícito, partiendo de la base de que seguramente para el sean elementos altamente evocadores. Al final supongo que para escribir a ese nivel tienes que tomar prestado muchas cosas de “tus adentros”.
Lo cierto es que si le quitamos eso a Murakami (reflexiones en excusados y demás lineces incluidas), poco nos quedaría de el ¿no?.
Oye, ya me perdonarás esta intromisión, en el fondo debe de ser que todavía no he podido debatir con nadie este libro y me venía haciendo falta : )

Gracias por las músicas, por cierto.

cosas de bara dijo...

Hola suntoryman

No era mi intención molestar y está muy bien la polémica en los comentarios, da vidilla al blog.
Tal vez la mitad del libro sea mucho, de todas formas es una forma de hablar, pero no me digas que 100 hojas están de más.
Me gusta la imaginación de Murakami, pero este libro me suena a otras historias y no precisamente de él
De todas formas, recuerdo a Luis Leante en una entrada de su blog hablando del decálogo del escritor, en el que me decía que si alguien necesita 1000 páginas para contar algo que se puede hacer en 300, tiene un problema. Creo que este es el caso de Murakami, se ha extendido demasiado y sin necesidad, a mi parecer, te recuerdo que falta un tercio de libro.
Pero bueno, que sigo siendo fan de Murakami, simplemente que no todo lo de él me gusta y por leerle tanto supongo que me he ganado el derecho de criticarle.
Estoy viendo la gala de los Goya, estuvo muy bien el discurso de Alex de la Iglesia sobre las nuevas formas de ver cine, espero que no caiga en saco roto.
Hasta otra,
Aomame

suntoryman dijo...

¿Molestar?, no, por Dios.

Respeto tu opinión, pero no la comparto. Sobre la cita de Luis Leante, ok, entiendo su significado y sobretodo pienso que sería valido para un texto científico o, a lo sumo, como un buen consejo para un no iniciado. Para un autor con el talento de Murakami, no me vale. Veo esa máxima útil para la escritura vista como una artesanía, y el arte transciende la artesanía.
Aprovechando tu cita, te contesto con otra. Es de Kakuzo Okakura, de su “Libro del Té”:

“Al ofrecer a su ser querido la primera guirnalda, el hombre primario se elevó por encima de la condición de la bestia; saltando el obstáculo de su grosería física, devino humano; adquiriendo conciencia de la utilidad sutil de lo inútil, entro en los dominios del arte.”

Pero oye, que no creas que no se a lo que te refieres.

cosas de bara dijo...

No es justo que me pongas esa cita, no se puede rebatir, además, no voy por ese camino.
Cuando se publique el resto del libro volveré a leerlo, tal vez vea la necesidad de la “inutilidad”, que tampoco lo llamaría así, sino superfluo y en muchos casos resulta cansino.
Por cierto, Luis Leante es un escritor muy bueno de novelas y con una gran cultura, no tardará en aparecer su nuevo libro. Si leyese estos comentarios mencionándole, seguro que haría un chascarrillo de los suyos.
De todas formas, a pesar de la entrada que hice, bastante amplia, no he dicho lo que me parece esta obra, no he sido sincera del todo, lo dejo para septiembre, que es un poco fuerte. Creo que no te va a gustar nada. Aunque, tal vez cambie de opinión cuando tenga toda la obra.
Chao (me gustan tus comentarios),
Aomame
P.D. Si la novela fuese firmada por otra persona, mi valoración sería diferente.

suntoryman dijo...

Haces bien en quejarte de lo injusto de la cita que he utilizado. He sido un poquito demagogo, pero en el fondo creo que hace referencia al asunto del que hablamos.
Al final, pues, es todo una cuestión de gustos (pero me reitero: eso es lo que hace Murakami).
Tambien creo que en ocasiones, aunque sea medio inconscientemente, tendemos a criticar lo que se vuelve popular. Murakami molaba muchisimo más cuando todavía era un autor obscuro y desconocido. Nadie es profeta en su tierra.
En cuanto a Luis Leante, no pongo en duda el criterio de sus afirmaciones, solo doy mi opinión sobre ellas (aunque sea la opinión de un profano).

A todo esto, soy conciente e que estoy un poco "venido arriba" No puedo evitarlo, todavía tengo fresca la novela, pero por supuesto que en ella hay cosas que no son de mi gusto personal ( más que fallos del autor). Por ejemplo, se le da demasiado peso a la fantasía, para mi gusto. Prefiero que el elemento fantástico sea más sutil. Creo que si tuviese que elegir uno de sus trabajos, me quedaría con "Pinball,1973"

¡Ah!,Bara, me parece que se por donde irá tu crítica (¿plagio?). ¡Intrigado me tienes! Venga, mójate, suelta prenda.

Un saludo.

cosas de bara dijo...

¡Vade retro¡, esa palabra no la mencionaré nunca.

Podemos decir que recuerda a otras cosas, original hoy en día creo que ya no hay nada, pocas cosas nos sorprenden en literatura, yo solo pido que me cuenten una historia lo mejor posible, que me entretenga y el autor me respete como lectora. Estas tres cosas siempre las tengo presentes.

Por aquí van los tiros, pero como ya te dije antes, volveré a leerla en septiembre. Por cierto, este montaje con los volúmenes me huele a saga y creo que tendremos a Aomame, Tengo y compañía para rato, salvo que los haya matado en el tercer volumen.
Hasta otra,
Aomame

Anónimo dijo...

La traducción es desafortunada, por decir algo suave. Este chico nos quiere hacer creer que sabe mucho japonés, pero su texto canta a traducción del inglés, y de las malas. Ya se sabe, el que mucho abarca, poco aprieta. Si estudias inglés, no traduzcas del japonés. Y, sobre todo, si quieres traducir, lee más, porque tu castellano apesta. Se me ocurren dos cosas: o le han pagado una mierda o es amigo de alguien en la editorial. Lástima que en este país se valore tan poco la literatura (y el trabajo de los traductores de verdad) que tengamos que tragarnos tamaña vacilada sin rechistar. Nos las meten dobladas, y aquí estamos. Y ellos forrándose. Cojonudo.

cosas de bara dijo...

Hola Anónimo,
Sobre la traducción, lo cierto es que es diferente a todo lo anterior publicado por Tusquets de Murakami, indudablemente el traductor, la persona a través del cual nos llega lo que cuenta el autor, es importantísimo.
Hay muchas cosas que no me han gustado de este 1Q84 y sin comparar con el japonés, algunas expresiones, por ejemplo, es evidente que son obra del traductor, supongo que lo habrá hecho con buena intención, pero a mi, lectora de Murakami, no me han gustado.
De todas formas, que esta editorial con un autor tan importante haga juego sucio y utilice a cualquier traductor, esto es, a alguien que no esté capacitado, me parecería increíble si así fuera, pero bueno, peores cosas se han visto.
Un saludo anónimo y gracias por el comentario
Bara

Anónimo dijo...

jajajaja,estoy muy borracho como para comentar esto de forma clara y profunda,pero vamos,cien por cien de acuerdo con la opinion sobre el libro,no tenia ni idea de que era una saga interminable,para mi fue un regalo de cumpleaños,ando por el final y reconozco que engancha,pero sobra aproximadamente la mitad,no tiene humor,no existe la ironia,parece una obra destinada a ser un producto sin mas,algo tan sugerente como un codigo de barras,algo que cualquiera podria comprar en el "super",entre el queso y el lavavajillas antical,no vibra,no emociona,no es nada de lo que esperabas...

cosas de bara dijo...

Hola anónimo, estarás borracho pero te explicas muy bien. Yo debe ser que me quedé con el de “crónica del pájaro…” y alguno más, que para mi Murakami ha bajado el listón o yo no tengo ningún criterio, que seguro es así.
Esto que cuentas del “super” me recuerda, que haciendo la compra el año pasado, como mísera mortal que soy, me encontraba a la entrada de los pasillos de las conservas y las legumbres la fotografía de un escritor muy famoso en esta España nuestra haciendo publicidad de su último libro, me sentía “asediada”, entraba por un lado del pasillo con su foto y salía por el otro y “aahhh” ese señor mirándome, definitivamente no está bien mezclar, evidentemente no caí en la trampa (también influye que este escritor tan famoso me cae como una patada en el culo). Creo que Murakami con el despliegue publicitario que le han hecho, sigue el mismo camino, vender como sea.
Saludos y hasta otra,
Bara