La foto de arriba es la placa conmemorativa que hicieron a Tamiki Hara 原 民, al lado de la Cúpula de la bomba atómica, que si no sabes de ella, al menos que sepas japonés, pasa desapercibida. Fue muy emocionante cuando la vi. Pasaros por aquí para saber un poco de él.
Cuando hice esa fotografía ya llevaba unos días en el país nipón. Visité templos, santuarios, me metí en un pachinco, lo cual no es nada difícil porque pululan por todo el país, si bien, un tipo me dijo que no hiciera fotografías, las hice desde la calle (evidentemente), también visité castillos, parques, casas de té, de samuráis, vi geishas en Kioto diblando fotógrafos de turistas, estuve en un festival en Tokio, pero lo que fue un puntazo fueron los yakuzas con los que me topé una noche. Acababa de salir de cenar, el cocinero del restaurante me había dicho que estuvo en Barcelona cuando era universitario, pues bien, en un cruce había más de treinta tipos vestidos con traje conectados con un discreto auricular, qué hacían, pues sencillo, captar clientes, dejo a la imaginación de cada uno a qué tipo de negocio les querían llevar. Eso sí, fue en el único sitio donde no me atreví hacer una foto, a pesar de llevar la cámara colgada del cuello, yo les miraba y ellos hacían lo propio.
Es el torii, creo que más famoso del mundo, el de Miyajima.
Hasta que no los vi no podía creerlo. Sabía de ellos pero lo había olvidado. Son vagones solo para mujeres. Muchos hombres son unos cerdos, así que las mujeres que viajan solas lo hacen tranquilamente en esos vagones, donde ellos tienen prohibida la entrada.
El dios del amor y del matrimonio está en el templo Jishu, está al lado del templo Kiyomizu, en Kyoto. Estaba lleno de jóvenes.
Muy pronto me di cuenta que a los japoneses (en general) les gusta hacer fotografías y que les fotografíen, como las dos chicas de la foto de arriba que estaban en una de las calles de marcha de Hiroshima.
Y aquí está otro de mis iconos japoneses, Koji Yakusho. Además de en los camiones, su publicidad la podía ver en las máquinas de bebida, en la televisión y, sobre todo, en el metro en Tokyo, en cualquier vagón que entraba, allí estaba él para recibirme. La felicidad me inundaba.
Cuando llego al barrio de Asakusa (Tokio) y veo que estoy dentro de todo un festival no me lo podía creer. El colofón a un viaje maravilloso.
Para terminar, por ahora, es que iba dos veces al día a un japonés. Estaba todo buenísimo, a pesar de los fumadores, no se podía fumar caminado en la calle, solo en lugares determinados, pero sí se podía fumar en los restaurantes, en las tabernas, sobre todo, que las llaman Izakaya (居酒屋).
6 comentarios:
¡Enhorabuena, Bara! Por fin has podido conocer tu adorado Japón "en su salsa". Las reseñas de tu viaje, tan buenas como tu blog de siempre. Gracias.
Un besote desde Caracas.
Dimka, eres un tesoro. Muchas gracias. Aún tengo la sonrisa tonta que se me puso en cuanto puse un pié en el país. Besos de esta España que te echa de menos.
Me encanta tu blog, y esta entrada se merece que deje constancia de ello y me quede a gusto.
Juan María,
Muchas gracias, por pasarte por aquí y dejar el comentario.
Hay muchos países que no conozco, más de los que sí que conozco, pero creo que no me llenarán tanto como Japón, un país muy especial.
Chao
De seguro ya debes estar planeando el retorno en un futuro cercano, Japón marca con fuego a quien se aventura por su suelo. Es una cultura y un país fascinante.
Me alegro por ti, por que hayas podido conocer la isla que tanto te apasiona.
Abrazo!
Japón marca con fuego, nunca mejor dicho. Qué país tan maravilloso, de norte a sur y este a oeste fui feliz.
Jo, menos mal que tengo las fotos y todo cuanto pude comprar lo estoy colocando por casa para tenerlo cerca.
Bueno Manolo, cambiando el tema, creo que las cosas no van muy bien para Perú. Bueno, ya veremos como acaban las cosas.
Un abrazo
Publicar un comentario