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domingo, 18 de marzo de 2012

Naufragios 破船 - Akira Yoshimura 吉村 昭

Niños que a los nueve años son adultos y tienen que salir de casa a trabajar, ancianos que dejan de comer para no ser una carga para la familia, hombres y mujeres, no importa la edad, que se venden como esclavos.

Esta novela, Naufragios, 破船 (Hansen), en ciento noventa páginas nos descubre lo más feo del ser humano y al mismo tiempo lo más hermoso. Fealdad y hermosura, cada ser de esta aldea es capaz de lo peor y de lo mejor por atender a su familia y, sobre todo, a la comunidad a la que pertenece. Son capaces no solo de matar a otros sino también dejarse morir por el bien del resto de los habitantes del pueblo al que pertenecen y quienes no actúan así, son tildados de egoístas.

La novela está contada desde la perspectiva de Isaku, 9 años, tiene que aprender a alimentar a su familia y aprender las costumbres del pueblo donde vive, limitado por el mar y las montañas. La historia es desgarradora.

Su autor, Akira Yoshimura, 吉村 昭, nació en Tokio en 1927 y murió en la misma ciudad en 2006. Su esposa, Tsumura Setsuko (también novelista que ha ganado el premio Akutagawa en 1965 con Gangu,, 玩具), al comunicar el fallecimiento del escritor, dijo que, él mismo se había desconectado la sonda intravenosa, estaba en su domicilio, y él decidió el momento de morir, no quería seguir con un tratamiento que sólo servía para prolongar el sufrimiento y quería una muerte digna. En 2005 le habían diagnosticado cáncer de lengua y cuatro meses antes de morir le extirparon el páncreas.

Yoshimura escribió más de veinte novelas, varios ensayos y colecciones de cuentos, nunca le dieron el premio Akutagawa, pero sí recibió otros importantes como el Dazai y el Yomiuri. Su forma de escribir es clara, directa y va crescendo, casi sin darte cuenta, te ha dado un mazazo.

La película la anguila, うなぎ (unagi, 1997) de Shohei Imamura, está basada en un personaje de una de sus novelas,仮釈放, Libertad bajo palabra, que ha sido traducida al castellano. La anguila, obtuvo la Palma de Oro (ex aequo a El sabor de las cerezas de Abbas Kiarostami). Está protagonizada por mi admirado Koji Yakusho, así que, en breve la volveré a visionar y haré, como no, una entrada.

En 1970 Akira Yoshimura escribió una historia sobre un tsunami, después del gran terremoto de 2011, se vendieron miles de ejemplares. Su esposa recordó que él siempre se lamentaba por la construcción de ciudades cerca de la costa y que era necesario recordar los desastres del pasado y aprender de ellos.

Naufragios ha sido publicada por marbot ficción y traducida por Marina Bornas. Una preciosa cubierta diseñada por Xavier Carbonell.
Akira Yoshimura

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6 comentarios:

Icíar dijo...

No creo que tarde mucho en leerlo. Igual hasta tengo suerte y me toca en casa de Carmen y Amigos.

cosas de bara dijo...

Hola Icíar,
Qué bien, un concurso de libros, espero que tengas suerte.
Naufragios creo que te va a gustar.
Hasta otra,
Bara

Anónimo dijo...

siempre se aprenden cosas contigo, no conocía a este hombre, gracias
Fernando Glez. V.

cosas de bara dijo...

Hola Fernando,
Qué risa me dio cuando leí tu comentario, no digas esas cosas que me da vergüenza y me pongo colorada.

Por cierto, me acordé mucho de ti hace un par de semanas. Voy a contarte una cosa para no reventar, porque me han dado ganas de hacer una entrada y después lo pensé, vaya, que reculé.
Supongo que habrás leído y visto en El País el suplemento, especial o como lo llame, al año del gran terremoto de Japón y sus consecuencias.
Para eso manda a Juan José Millás y a un fotógrafo para que nos cuente aquél cómo va la cosa por allí.
No sé que te ha parecido a ti pero a mi no me gustó nada.
Después de no se cuanto tiempo sin salir de casa temprano los fines de semana, he dejado de comprar el periódico, ahora no está Público (lo compraba los viernes, por la peli), así que, como anunciaron tanto ese especial, piqué, dos días madrugando… pa eso.

Juan José Millás es un tipo que me cae muy bien (no leí ningún libro suyo, pero es que no doy abasto), pero esa crónica de su viaje a Japón es, cómo decirlo suavemente…….., muy mala.

No sé si quería hacerla graciosa o no, pero cayó en todos los tópicos, hasta en el del water y no aportó nada nuevo. Lo único que me quedó claro es que Japón solo puede ser tragado a base de meterte orfidal hasta arriba.

Y me decía, estos de El País qué nos quieren vender, no se toman el trabajo en serio y simplemente tienen una firma conocida en plantilla y tienen que sacarle rendimiento, otra cosa no se explica.

Hasta Juan José Millás dice, algo así, como.. no sé cual sería la percepción de alguien que ya conociese la ciudad y nos diría si ha cambiado algo…..
No sé, parece que lo escribió todo desde su casa.
Bueno, que me acordé mucho de ti y de tu libro y me decía, estos de El País porque no mandaron a Viñas, hubiese sido un gran trabajo. Ultimamente estos suplementos domingueros dejan mucho que desear.
Ya está dicho, para no reventar, más que nada.
Muchas gracias por el comentario (me gustó mucho),
Bara
P.D. Espero que Juan José Millás no sea amigo tuyo… es un tipo que me cae muy bien.

Manolo Malpartida dijo...

Tampoco conocía este autor. Ojalá que ejemplares de estas ediciones crucen el charco y las pueda encontrar por Lima cuando esté por allá.

Y eso de construir cerca de la costa es algo que pareciera que simplemente no lo tienen en cuenta, a pesar de tragedias como la del año pasado: el aeropuerto de Nagoya inaugurado en el 2005 está construído en el mar, con hoteles lujosos y todo. No quiero imaginarme un tsunami por ahí.

Un abrazo,

Manolo

cosas de bara dijo...

Hola Manolo,

Pues, que bien dar a conocer un autor y un libro, que llegue pronto a Lima.

Por cierto, eso del aeropuerto de Nagoya y los hoteles, a mi me da un poco de miedo, o no piensas donde estás, cosa imposible en mi, o eres de otra pasta, vivir peligrosamente, que tampoco es lo mio. No sé, dejar las cosas a la suerte, a los hados…, después pasa lo que pasa, como ocurrió el año pasado. En fin, los japoneses sabrán que son un pueblo muy listo.

Un abrazo,
Bara