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lunes, 9 de abril de 2012

Lo que hay que decir - Günter Grass

El Gobierno de Israel declara a Günter Grass persona non grata por el poema titulado Lo que hay que decir, le acusan de antisemita, por ser de las Waffen-SS cuando tenía 16 años, por ser alemán y por hablar de lo que a ellos no les gusta.

No quiero olvidar el genocidio judío, pero tampoco, el de gitanos, deficientes, comunistas, homosexuales, testigos de Jehová, negros...., además, de cualquier disidente político, también sucumbieron a las atrocidades nazis, pero ello no me lleva a criminalizar a toda la sociedad alemana y no quiero imponerle el silencio hacia todos ellos.

Si Günter Grass utiliza su pluma para hacer crítica social, bienvenida, pues, en ese poema no hay nada que no sea cierto, lo cual no quiere decir que, por no apoyar la política exterior de Israel, apoye a Irán, esto es una tontería, las cosas no son así de sencillas. Dejando este tema para otro momento, hay que recordar, como decía arriba, que Günter Grass utilizó siempre la literatura para hacer crítica social, recordad, por ejemplo, El tambor de hojalata.

Lo que hay que decir
Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,
sobre lo que es manifiesto y se utilizaba
en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,
solo acabamos como notas a pie de página.
Es el supuesto derecho a un ataque preventivo
el que podría exterminar al pueblo iraní,
subyugado y conducido al júbilo organizado
por un fanfarrón,
porque en su jurisdicción se sospecha
la fabricación de una bomba atómica.
Pero ¿por qué me prohíbo nombrar
a ese otro país en el que
desde hace años —aunque mantenido en secreto—
se dispone de un creciente potencial nuclear,
fuera de control, ya que
es inaccesible a toda inspección?
El silencio general sobre ese hecho,
al que se ha sometido mi propio silencio,
lo siento como gravosa mentira
y coacción que amenaza castigar
en cuanto no se respeta;
“antisemitismo” se llama la condena.
Ahora, sin embargo, porque mi país,
alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez
por crímenes muy propios
sin parangón alguno,
de nuevo y de forma rutinaria, aunque
enseguida calificada de reparación,
va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad
es dirigir ojivas aniquiladoras
hacia donde no se ha probado
la existencia de una sola bomba,
aunque se quiera aportar como prueba el temor...
digo lo que hay que decir.
¿Por qué he callado hasta ahora?
Porque creía que mi origen,
marcado por un estigma imborrable,
me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,
al país de Israel, al que estoy unido
y quiero seguir estándolo. 
¿Por qué solo ahora lo digo,
envejecido y con mi última tinta:
Israel, potencia nuclear, pone en peligro
una paz mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay que decir
lo que mañana podría ser demasiado tarde,
y porque —suficientemente incriminados como alemanes—
podríamos ser cómplices de un crimen
que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa no
podría extinguirse
con ninguna de las excusas habituales.
Lo admito: no sigo callando
porque estoy harto
de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además
que muchos se liberen del silencio, exijan
al causante de ese peligro visible que renuncie
al uso de la fuerza e insistan también en
que los gobiernos de ambos países permitan
el control permanente y sin trabas
por una instancia internacional
del potencial nuclear israelí
y de las instalaciones nucleares iraníes.
Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos que en esa región
ocupada por la demencia
viven enemistados codo con codo,
odiándose mutuamente, y en definitiva también ayudarnos.

El poema lo copié de El País. Traducción de Miguel Sáenz. El texto original en alemán se publicó en el diario Süddeutsche Zeitung.

6 comentarios:

Icíar dijo...

Fntástico, escuchar opiniones en el otro sentido. Me lo llevo.

Anónimo dijo...

...Y Palestina.., la eterna desterrada.

cosas de bara dijo...

Gracias Icíar, un abrazo

cosas de bara dijo...

Hola Anónimo,

Sí, la eterna desterrada, creo que nos debería avergonzar a todos por no llegar a una solución,
pero hay tanto odio por medio que creo que esto seguirá y seguirá, salvo que una ojiva nuclear acabe con todo,
pues, parece que algunos es lo que quieren.
Saludos,
Bara

El Gélido Tolya dijo...

desde que las guerras son justas y las matanzas son preventivas, opinar en sentido contrario está muy mal visto. gunter grass no dice nada que no pudiera decir cualquier persona con dos dedos de frente. pero las frentes van últimamente carísimas.
saludos.

cosas de bara dijo...

Hola Gélido Tolya,

Jejejee, sí, las frentes escasean.
A pesar de estar en democracia, parece que en ciertas cosas prevalece el pensamiento único y está muy mal disentir de la opinión de “los buenos”.
Saludos,
Bara